viernes, 7 de noviembre de 2014

JUSTIFICACIÓN

Hay momentos en que se debe pensar en ordenar lo hecho a largo del camino de la vida, tanto para recordar actividades que han dejado su poso en la memoria como para facilitar la tarea a posibles continuadores de aquello que no se ha terminado o de aquello que otros pueden mejorar.
Este trabajo de recopilación de artículos técnicos e históricos, pues en estos dos capítulos los he agrupado, son el resultado de muchos años de trabajo pero de su lectura se deduce que hay algunas cosas comunes a todos ellos, algo que ahora quiero resaltar, y que ofrezco al lector como un reducido resumen de cuál ha sido el camino que he intentado seguir.
Vaya por delante la triste opinión que tengo de la eficacia divulgadora de los textos publicados en revistas técnicas, al menos en lo que a mis artículos se refiere, ya que he llegado a la conclusión de que salvo aquellos muy interesados en un tema concreto generalmente solo se “hojean” las revistas técnicas que llegan a nuestras manos.
Alguien puede pensar, muy acertadamente,  que ello se debe a falta de interés de los temas tratados o a falta de competencia del presentador pero, en mi larga vida profesional, he tenido ejemplos que me reafirman en contra de los que así opinan.
Sirva de ejemplo el trabajo publicado sobre los 20 años de vida de la puerta del dique de Matagorda. Esa complicadísima estructura, que me vi obligado a proyectar en solitario, después de un cursillo en Glasgow y otro en Boston, tenía un plan de revisiones, sobre todo en lo referente a pintura y juntas de estanqueidad, de 20 años. Pues bien a los 30 años viendo que la puerta no se revisaba, al menos previo desmontaje de la misma, publiqué el artículo, al que hago referencia, en la Revista Ingeniería Naval.
Pues bien solo tuve una consulta sobre el tema, procedente de un compañero ya fallecido, aunque pienso que había muchos puntos técnicos, económicos y hasta políticos que reclamaban que alguien se sintiera señalado públicamente, y ¡hasta reclamara aclaración sobre el tema!.
Otros temas técnicos que reproduzco hacen referencia a temas que fueron de actualidad en un momento determinado. Especial amplitud ocupa en este trabajo y en mi vida profesional todo lo referente a la incineración de residuos y a la generación de agua potable. En este tema trabajé, junto a mi compañero y amigo Luis Godino Pardo, y ¡hasta llegamos a efectuar el anteproyecto de un barco! que se pensaba construir en Valencia para una importante naviera dentro del plan de plantas generadoras de agua que planteaba el Gobierno del Sr. Rodríguez Zapatero. El trabajo no se llevó a efecto pero considero que alguna vez volverá a presentarse la ocasión en que vuelva a ser interesante el desarrollo de tan curioso tema a pesar de que hay factores constantes que lo limitan tales como la carestía del producto y la incomprensión política.
Cito por último, un tema que me ocupó mucho tiempo tal cual fue la posibilidad de navegar por el rio Ródano. Para conocer el rio me embarqué en una gabarra petrolera desde Marsella a Lion. El asunto era que una empresa asturiana había contratado la fabricación de tres series de elementos de calderería, cada serie tenía 72 elementos de 25 toneladas de peso y de 125 m.cub de tamaño unitario, destinados a la Central de Enriquecimiento de Uranio, EURODIF, que se estaba construyendo en Tricasten, al sur de Lion. Había que desarrollar un barco capaz de llevar estas piezas desde Gijón a Tricasten dado que las autoridades francesas negaron el permiso para el transporte por carretera. Así nació el proyecto que denominamos “Sea-River-Ship” y que sirvió para la construcción de dos barcos en los astilleros de Emden, Republica Federal de Alemania, ya que los astilleros españoles, embarcados en sus proyectos de revisión de empleo, se negaron a construirlos. Se ha escrito algo sobre este tipo de transporte, muy interesante desde la apertura del canal de Mondragón, [1] que permite ampliar el servicio de barcazas fluviales, que cubre el centro de Europa, con embarcaciones con puertos de partida y destino marítimos lo que algún día puede ser interesante como lo fue en nuestro caso.



[1]  El Canal de Mondragón abierto en 1952 comienza entre Donzère, en el Drôme, y termina en Mondragón, en Vaucluse, con una longitud de 24 km. Permitiendo la navegación de embarcaciones con una eslora máxima de 190 m. y una manga máxima de 11,40 m. En él se encuentra la esclusa mayo de Francia, que permite salvar un desnivel de 23 m., y que se emplea como alimentación de agua de refrigeración para las cuatro centrales nucleares y el complejo industrial de enriquecimiento de uranio situados en Tricasten.